Israel y la Cerrajería Neoyorquina

El oficio de la cerrajería es uno que engloba a muchas culturas y razas diferentes. Fácilmente, podemos encontrar entres los profesionales a personas de diferentes continentes, unidos bajo el estandarte de la seguridad doméstica y comercial. Muchas son las razas que se dan cita, sin embargo, en el caso de los nativos de Israel, son estadísticamente más numerosos, especialmente en el área de Nueva York. Agrupan a un 30% de los profesionales de esta labor y últimamente prosperan como nunca antes gracias a un aumento en las tasas de crimen producto del coronavirus.
Estos profesionales conocen las cerraduras con tan solo mirar el ojo de la misma. Muchos de ellos son jóvenes cuya edad oscila entre los 20 y 30 años, jóvenes quienes llegaron en busca del famoso sueño americano.
Llegadas Inesperadas
“Llegué como turista y no hablaba nada de inglés” una frase que se repite mucho entre las comunidades de extranjeros cerrajeros, los cuales muchas veces buscan iniciar en lugares como Florida y Las Vegas en busca de un trabajo con el cual solventar sus gastos. Muchos de ellos pasaron a través de distintas labores, producto de la alta demanda de trabajo. Un efecto inesperado de la pandemia mundial del Covid-19 fue un impulso insospechado al negocio de la cerrajería.
La subida del desempleo y el hecho de que muchos inquilinos de buenos recursos dejaron las ciudades a medida que la pandemia aumentaba, llevó a un incremento dramático en la tasa de crímenes. De acuerdo al New York Times, los asesinatos aumentaron a 450 en 2020 en la ciudad, el más alto de la década y un incremento del 40% en comparación al 2019. Los tiroteos se duplicaron a 1500, los robos de casas en más de 40% ( unos 15.000) y los robos de vehículos en 60% (más de 9000).
Efectos de la Historia
Desde la ola de crímenes entre los setenta y ochenta, los neoyorquinos se han vuelto obsesivos en lo que a seguridad se refiere, bien sea una casa privada o un complejo de oficinas. Esta tendencia se mantuvo aun cuando disminuyó la tasa de crimen, con un aumento repentino pero esperado después de los atentados del 9/11. Al principio de la pandemia, el crimen en la ciudad disminuye dramáticamente, ya que muchas personas se quedaban en casa.
Sin embargo, las calles comenzaron a llenarse rápidamente de personas sin trabajo y sin hogar. Las personas eran desalojadas de los refugios o las instituciones de salud para reducir las posibilidades de contagio. Las manos de la policía estuvieron llenas después del asesinato de George Floy en Minneapolis.
Nuevos Crímenes
La pandemia también dio pie a un relativamente nuevo tipo de crimen, el robo de bolsos dejados en lobbies de hoteles y apartamentos, ya que las cuarentenas llevaron a las personas a las compras en línea. El New York Times reportó que 90.000 paquetes son robados cada día en la ciudad, incluyendo domicilios de comida robados por gente hambrienta. La policía no le da a este tipo de crímenes alta prioridad, así que los gerentes de edificios y complejos han instalado cámaras, además de otros dispositivos de seguridad.
Nueva York no es solamente una ciudad de cerrajería, ya que en la ciudad los israelíes dominan el negocio. De los aproximadamente 1500 cerrajeros de la ciudad, no menos del 30% provienen de este país. Sin embargo, su conquista de la profesión local se ha expandido a otras ciudades, incluyendo Los Ángeles, Miami, Washington y partes de Nueva Jersey. Una gran razón de esto es que el oficio de la cerrajería no es uno que sea muy buscado por los americanos, quienes tradicionalmente buscan los llamados trabajos de “9 a 5”.
Historias Varias
Ha habido registro de casos muy llamativos y pintorescos. Un caso común es el de clientes que piden forzar la cerradura de su apartamento, pues, sospechan que su pareja le está siendo infiel. Una vez abierta, comienza el problema. Uno de los consejos básicos para este tipo de trabajos, es pedir el dinero por adelantado, porque una vez la puerta está abierta y encuentras un hombre y una mujer desnudos dentro, la espera y gritos duran entre media hora a una hora. Quien te contrato no tiene en mente el pago en ese momento.
Un caso muy particular es el de un hombre quien le confesó a su mujer que era gay y ella reaccionó dejándolo encerrado en la casa. Una vez lograron entrar, el hombre estaba solo, sentado en la sala de estar y no sabía qué hacer.
Problemas Comunes y No Tanto
Muchas veces, las personas se quedan fuera de casa mientras sacan la basura, llevan al perro a pasear o salen a lavar la ropa. La policía contacta a los cerrajeros cuando sospechan que alguien podría haber muerto dentro de un apartamento cerrado o necesitan desalojar a una persona. Una historia cuenta que un cerrajero acompañado de 12 policías trataba de abrir la puerta de una casa en Brooklyn y mientras trataba de forzar la cerradura, el hombre desde dentro amenazaba con matarlo en el momento que la abriese.
También existe el ocasional caso de que la policía llama porque los vecinos piensan que el cerrajero es un ladrón. Un último ejemplo común es el del cliente obsesivo, el cual desea cambiar su cerradura hasta 4 veces al mes por seguridad.
Negocio Lucrativo
Además del crimen y las personalidades obsesivas compulsivas, otro factor que hace de la cerrajería algo lucrativo, es que las puertas en los Estados Unidos casi siempre se cierran automáticamente cuando se sale de la casa. Muchas personas sacan al perro en la noche y no se dan cuenta hasta que es muy tarde.
Una Labor Interesante
Los cerrajeros se encuentran con cantidad y variedad de clientes a lo largo de su vida profesional, trabajando incluso con la policía como hemos mencionado anteriormente. Muchos cerrajeros cuentan historias en las que deben colocarse ropa protectora al abrir puertas, teniendo que enfrentar a vendedores de drogas o aquellos con problemas mentales. La cerrajería es una profesión que además de lucrativa, para muchos de sus profesionales es también muy divertida, pues cada cliente es una experiencia diferente. La cerrajería es verdaderamente una profesión que da para mucho.